viernes, 24 de julio de 2009

Mundo loco

Y ha sido tras visionar la película "El Lector" unas cuantas veces cuando al fin creo haberla entendido. “The Reader” (título original) nos habla - aparte de obviamente el injusto tema nazi y el dilema de por qué unos pocos chivos expiatorios deben cargar con la culpa de miles de personas - de los secretos personales que arrastramos y que son como grandes losas que llevamos encima, muchas veces sin darnos cuenta. Condicionan nuestra forma de actuar, de ver las cosas y de amar.
La losa de Hanna fue el analfabetismo, al que dio tanta importancia que lo hizo el eje central de su existencia, determinando la mayoría de sus decisiones. Se convirtió en una persona limitada, con miedo a ser descubierta, insegura, acomplejada y triste.
Michael tuvo como losa a Hanna, a la que conoció abierto y sin defensas, inocente y totalmente moldeable. Le entregó su corazón, su cuerpo, su alma…Y ella lo “abandonó” porque su analfabetismo provocó su huida el día que la propusieron un ascenso en el trabajo y no pudo aceptarlo para que no supieran que no sabía leer y escribir.
Está claro que Hanna pensó que Michael reanudaría su vida, era muy joven, comenzaba a conocer gente de su edad, eso hubiese sido lo lógico. Por eso supongo que lo dejó sin demasiada culpabilidad. Además no se valoraba nada a sí misma, pensaría que incluso le hacía un favor.
Pero Michael no volvió nunca a poder expresar del todo sus sentimientos, a relacionarse con normalidad de tú a tú, algo muy necesario para conocer y que te conozcan, para entregarte.
Otras personas tienen como losa la muerte de algún familiar, una agresión, una dura traición, una larga enfermedad…Seguramente todos tengamos varias losas. La primera suele ser la más fuerte porque es la que te coge desprevenido y sin protección de ninguna clase. Luego depende de lo desgarrado que te haya dejado el corazón y de tu propia sensibilidad personal si logras recuperarte del todo, lo preciso para seguir viviendo o si llevas contigo por siempre esa bola con cadena atada a tus pies…

De todas formas si tienes la mala suerte de ser uno de los "insalvables", que sepas que hay más gente como tú y que nunca hay que pensar que nada es para siempre, aunque pueda parecerlo. Siempre hay que creer que existen los milagros...¿Por qué no? Yo confío.

Y esta vez pongo como vídeo una canción de una de mis películas favoritas de ciencia ficción "Donnie Darko" . Es triste, lo sé, pero de lo que hablo también lo es y trozos apropiados de "El lector" no he encontrado.
Pero no nos quedemos con la pena, sino por ejemplo con la belleza de las notas.

No hay comentarios: