martes, 28 de junio de 2011

Cable doble disco externo

Por fin he conseguido encontrar el cable USB con entrada doble, pues tengo un disco duro externo que usa dicho cable y de tanto llevarlo y traerlo no me funcionaba, con lo cual el disco duro lo tenía totalmente inoperativo.
He encontrado esta página: MICROCUBO, donde lo he comprado y encima muy económico. Me ha tardado en llegar una semana vía correo ordinario.
Así que aquí dejó la información por si le pudiera ser útil a alguien.

miércoles, 22 de junio de 2011

Un poquito de aqui, un muchito al final

Ciertamente los seres humanos, si lo miramos en su conjunto, hacemos cosas demasiado insensatas en masa. Si nos parásemos a pensar por un momento en lo que realmente está mejor o peor, quizás nos sentiríamos como los pobladores de las galaxias de esta película francesa: "La belle verte"; auténticos alienígenas que no entienden nada de nada.
Pero así es y parece que va a seguir siendo durante un montón de años, aunque movimientos como el de los indignados del 15M dan un poquito de esperanza porque se ve que hay mucha gente que no ha perdido los ideales y reclama un poquito de justicia.
Mi opinión es intentar por lo menos no contribuir a retorcer el mundo más de lo que está, no ser un tonto del que puedan aprovecharse otros; por lo tanto siempre reservarse una carta en la manga por si acaso (pues nunca hay que dejar de pisar el planeta tierra), pero no ser un listo que pasa por la vida manipulando todo a su antojo con justificaciones.
Ojalá que cada día haya más gente pelín despierta hacia lo que realmente es importante y que se controle tanto desfase y a tanto desfasado o más bien sobrado, porque por poco que hagamos, un poquito de aquí y otro de allí hacen un muchito al final. ¡Venga, podemos intentarlo!

lunes, 20 de junio de 2011

Sin razón

Nicolás: No entiendo a quienes nunca piden perdón o al menos se disculpan.
Estela: Será porque no ven o no quieren ver sus errores, son “perfectos”.
Nicolás: Pero es que encima afirman que eres tú el que ha fallado.
Estela: Lógicamente si algo no lo quieren ver, lo proyectarán en otros.
Nicolás: Pedazo autoestima tienen.
Estela: ¿Autoestima? Yo diría lo contrario, ocultan su debilidad porque si no metes nunca la pata eso como que te hace sentir muy seguro.
Nicolás: Pues a mí me ponen muy nervioso porque no hay con quien razonar, tú les dices lo que piensas que ha ocurrido y al final, no falla, nunca te dan la razón y encima te insultan.
Estela: Pues ya sabes lo que tienes que hacer.
Nicolás: ¿Qué?
Estela: No razonar con quien no quiere razonar, eso es como darse cabezazos contra la pared, no va a haber nunca una conversación, tienen que darse cuenta por sí mismos, si les interesa.
Nicolás: Vale, pues procuraré hacerlo, si es que puedo.
Estela: Además ¿por qué te das tanto mal? ¿por qué das tanta importancia a las opiniones ajenas? Si alguien está convencido de algo déjale en su mundo, tú a lo tuyo, nadie tiene por qué llevar la razón, respétale, no te involucres, simplemente son dos puntos de vista diferentes.
Nicolás: Pero me enciendo, me cabreo, no puedo evitar saltar cuando estoy seguro de lo que afirmo y me lo niegan en la cara.
Estela: Como se nota que no tienes hijos…Porque ahí verás que tú percibes el futuro golpetazo por propia experiencia, pero tienes que dejar que se lo den para que aprendan.
Nicolás: Sin duda no tengo madera de padre porque no conseguiría estar impasible sabiendo que alguien se la va a pegar y yo puedo evitarlo.
Estela: Pero es que no puedes evitarlo ¿no te das cuenta? ¿no ves que percibís las cosas desde distintos ángulos? Tú a lo tuyo y no te metas donde no te llaman porque sin ánimo de faltar, eso es hacer el tonto y encima de gratis.
Nicolás: ¿Sí? Bueno pues me relajaré un poco y a otra cosa mariposa.

jueves, 9 de junio de 2011

Carta de una abuela

Querido niño:
Me pides que te explique a mis años lo que me ha parecido la vida, que te aconseje ante tu naciente pasear por ella.
Te diré que amé mucho y continúe haciéndolo, pero cada vez tomando más distancia de los seres amados y menos de mi misma. De llevar el corazón a la intemperie acabé por guarecerlo en forma justa, por si amanecían borrascas y chubascos; algo bastante frecuente. Seguí siempre sorprendida al ver actos crueles e injustos, lo cual entendí que era bueno; mi corazón no se quedó congelado en algún trecho del camino.
Aprendí que no merece la pena llorar por quien jamás llorará por ti, prestar ayuda a quien te considera un siervo, escuchar al que interrumpe constantemente, resolver asuntos ajenos que no nos conciernen, defender al que sale huyendo en la emboscada, esforzarse en ser aceptado por quien no se molesta ni lo más mínimo en ponerse en tu lugar, ni querer ser quien no soy ni seré nunca.
Sin embargo sí merece y mucho la pena estar con quien te respeta sin que tengas que ganarte su respeto porque lo da por hecho, quien te pregunta cómo estás de corazón y hace lo posible por amenizarte la vida y dar las gracias si una sola de esas personas has conseguido mantener en el presente.
Me asusté en ocasiones de todo lo que vi, de la falta de humanidad e incluso hubo momentos en que deseé no haber nacido, pero es de cobardes no continuar y aprendí a amarme lo suficiente para saber estar a solas conmigo misma y disfrutar de esos momentos, una auténtica necesidad con el tiempo.
Pequeño niño, mi consejo es que te ames mucho y que tengas la suerte de amar y ser amado, despertando sentimientos en muchos corazones, porque si algo me ha quedado claro es que sólo el amor hace que esta vida no sólo sea soportable sino incluso que merezca la pena.

jueves, 2 de junio de 2011

Me las como con patatas

Celia: En la amistad siempre tiene que haber un interés.
Jorge: Pero dicen que la amistad verdadera es completamente desinteresada.
Celia: No lo creo. Tú piensa por un momento en tu mejor amigo.
Jorge: Sí.
Celia: Os gusta ir a los mismos sitios, el futbol, las pelis de acción…
Jorge: No creas, muchas veces cedo o él cede y nos amoldamos.
Celia: Bien, esa amistad tiene visos de perdurar en el tiempo, a ambos os interesan cosas similares.
Jorge: Ojalá, aprecio mucho a Miguel.
Celia: Pero ahora imagina que Miguel fuese una persona impositiva, de ordeno y mando.
Jorge: O sea como mi mujer.
Celia: ¿Tu mujer? No pensaba que Consuelo fuese así.
Jorge: Ya ves, me las como con patatas constantemente.
Celia: Y ¿Cómo lo aguantas?
Jorge: Pues ya sabes por lo típico, el piso, los hijos…
Celia: Pero eso no está bien.
Jorge: Sí ¿Y qué? ¿Crees tú que alguien que ha aprendido a ser sumiso y a bajar la cabeza va a poder ocupar su sitio así de pronto y que le van a dejar? Eso o se hace desde el primer momento o estás perdido.
Celia: Entonces…¿Qué interés tienes tú en la relación?
Jorge: En la relación ninguno, pero en perder cosas si la rompo, bastante interés en que no suceda.

Celia: No sé que decirte.
Jorge: Pues yo sí: Espabila que tú aún puedes rectificar, no dejes que nada ni nadie encadene tu espíritu, como decían en “Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto” y no sólo por ti sino también por el otro, aprender a ser independiente es algo fundamental, no hipoteques tu vida, nada ni nadie lo merece y si lo merece no te lo pedirá.
Celia: Me muero de risa, era yo la que creía que iba a darte un consejo y al final, mis frases me las como con patatas je, je. Gracias, amigo
.