lunes, 23 de enero de 2012

Recetas para no tomar



Mar: Repíteme esa receta.
Prado: Fríes el pollo, un poquito de vino blanco y por último los spaguetis.
Javier: ¡Lo que aprendo con vosotras dos!
Mar: El próximo día me la traes por escrito Prado, con buena letra.
Javier: ¡Joer tía que morro que tienes! Te la está explicando, encima le pides que te la escriba…Haz como yo memorízala y cuando llegues a casa la apuntas.
Mar: Tengo muy mala memoria.
Javier: Entonces coge papel, boli y apunta la receta ahora mismo. Yo te doy un folio.
Mar: Prefiero que Prado me la escriba y me la traiga el próximo día que nos veamos.
Javier: Yo no lo haría desde luego.
Mar: ¿A ti que bicho te ha picado?
Javier: Lo siento, hay ciertas actitudes que me hacen saltar. Es que no comprendo que alguien te está dando algo con toda su amabilidad y que ni un gracias o un por favor a cambio, encima le exiges que te lo apunte, te estás comportando como si estuviese a tus órdenes, la estás faltando el respeto ¡Prado no te dejes!
Prado: Ni me había dado cuenta Javier, yo se la iba a escribir y ya está.
Mar: ¿Entonces por qué te metes Javier? El problema lo tienes tú.
Javier: No tengo ningún problema, sólo opino. Ahora si a Prado le parece bien estupendo, pero la tengo aprecio y no me gusta que la traten como tú la estás tratando en este momento.
Prado: Gracias Javier, pero no te des mal por mí, de verdad, a mí no me cuesta.
Javier: No es cuestión de si te cuesta o no sino de quererte un poco más y ponerte en tu sitio.
Mar: ¡Las tonterías que tiene una que escuchar! Prado tú me la traes y punto.
Javier:Prado haz lo que quieras pero ya me hubiese gustado a mí tener un amigo que me abriese los ojos, yo lo he aprendido por mí mismo a base de disgustos. Espero que tú no necesites malas experiencias...

domingo, 22 de enero de 2012

Los descendientes: El descenso a la realidad


Los descendientes es una interesante película que se deja ver muy bien, con un formidable George Clooney y buenos secundarios como la joven Shailene Woodley que interpreta a Alexandra King; la hija mayor.
También se podría haber titulado el descenso, el decente o incluso y siguiendo con palabras que comiencen por “de” el despertar.
Da gusto ver en la pantalla personajes de una integridad y honestidad como la de Matt King (George Clooney). Es un hombre tranquilo de los que seguramente pasan desapercibidos porque más bien está en la sombra sin hacer mal a nadie. Absorbido por su trabajo ha abandonado la vida familiar y tiene mujer e hijos como quien tiene un chalet en la playa; para las vacaciones. Este quizás sea su mayor defecto, en mi opinión.
De pronto un accidente deja en coma a su mujer y ese es el comienzo de una serie de revelaciones para Matt: Lo que él creía una familia transparente ocultaba unos cuantos secretos. Todo esto unido a un problema con la posible venta de unas tierras heredadas de unos ancestros (de ahí el título del film) le hacen bajar de la nube en que vivía y pensar por primera vez en las verdaderas prioridades y en su propia felicidad.
Muchas veces vivimos rodeados de mentiras, no queremos ser conscientes de la verdad o ni siquiera pensamos; como Clooney, que pueda existir otra realidad ya que él es lo que ves, no oculta absolutamente nada, un tipo natural y sencillo pese a todo el dinero que tiene. Pero la vida está llena de apariencias y donde parece haber, como es el caso, una familia maravillosa, si rascas un poco ves a una mujer que harta de no ver a su marido prefiere no hablarlo con él y pasar directamente a entretenerse con un ligue; eso sí gastándose los dineros de Clooney que para eso sí que le tiene en cuenta, una hija de 17 años bastante rebelde pero con una madurez que ya querría su padre y una niña de 10 que da muchos momentos cómicos al film. Incluso el novio de la hija mayor, deducimos en una conversación, que no es tan “tonto” como parece.
Me ha recordado por el argumento, que también comienza con un accidente (por cierto el accidentado es
Jean Dujardin; un galán de gran actualidad por The Artist) y sigue con un montón de falsedades que salen a la luz, a la cinta francesa Pequeñas mentiras sin importancia.
Los paisajes de Hawai, unidos a ese dilema entre vender o proteger unos terrenos vírgenes, son como una metáfora del film: ¿Merece la pena llevar una vida auténtica como la de nuestros antepasados, con una serie de valores, aunque casi todo lo de tu alrededor sea pura superficialidad y se esté “pudriendo”? Es que a veces no existe ni posibilidad de plantearse dilemas como este, porque hay personas que nacen como la tierra de Hawai; con buenas raíces y si lo pensasen bien es pura estupidez venderse para que otros saquen beneficio, cuando esa no es tu naturaleza. Mejor saber ser uno mismo, respetarse y que los demás si quieren sacar provecho, que lo hagan con su propio trabajo. Para hacer esto hay que tener personalidad y Clooney tras la caída a los infiernos de una realidad que sabe llevar con mucho estilo, parece que sabe poner las cosas en su sitio, encontrando al fin su propio lugar en el mundo. Como dice el refrán: No hay mal que por bien no venga.
¡Viva todo lo auténtico, lo que no ha sido maleado, lo que no ambiciona nada ni pretende ser diferente de lo que es! Tierra, personas...da lo mismo. Bienvenido todo aquello que es tan natural como la vida misma, esos paraísos que devuelven la esperanza en que otro mundo es posible.

viernes, 13 de enero de 2012

Melancolía: El árbol de la muerte

He ido ayer a ver la película Melancolía. Lars Von Trier tiene el don o la maldición de conseguir transmitir a la perfección las sensaciones más terribles que pueden bullir en el interior de un ser humano.
La historia va sobre dos hermanas, que sin embargo yo estoy convencida de que son realmente una misma persona. Se trata el tema de la bipolaridad, pero como siempre son mis teorías.
Claire (Charlotte Gainsbourg) es la parte equilibrada, que prefiere no mirar demasiado a su interior y colocarse una sonrisa permanente de "aquí no pasa nada". Cualquiera que la vea desde fuera, le parecerá que lleva una vida normal, más o menos bajo control, como la de la mayoría de la gente.
Justine (Kirsten Dunst) sería como la verdadera personalidad de la protagonista, oculta tras la sonrisa que elude el conflicto y finge tranquilidad, es alguien sin fuerzas apenas para vivir, sumida en un estado depresivo y a quien las emociones más devastadoras la paralizan. Es su otra parte (su hermana Claire) la que la mueve y la anima a seguir hacia delante y a veces parece lograrlo pero enseguida vuelve a caer en su “lado oscuro” y hacer cosas sin ton ni son que desconciertan a los de su alrededor, consiguiendo alejarlos. En sí misma Justine es un perfecto ejemplo de bipolaridad.
La realidad está ahí enfrente y hay cosas muy duras que nos pueden aplastar en cualquier momento (para mi ese posible choque del planeta Melancolía contra la tierra, sería como una metáfora de ese estado de tristeza profunda devastadora). Supongo que por eso mismo existe la diversión, la fantasía, las diferentes creencias o el relativizar las cosas, cada cual tiene su fórmula, porque hay demasiados sucesos que vivimos en el día a día o que vemos en los medios que a poco sensible que seas te tocan profundamente y hay que encontrar la forma de pese a todo ser lo más feliz que podamos o al menos sería lo suyo porque estando triste o alegre la vida pasará igualmente, mejor entonces elegir la alegría, digo yo. Aunque el que sufre depresión no tiene voluntad para decidir su estado de ánimo, este decide por él.
Cuando pienso en ese estado mental depresivo que tan bien expresa Lars Von Trier, cuando siento lo que supone el simple hecho de ser humano, la angustia que se padece en ciertos momentos de la vida irremediablemente (pérdidas, fracasos…), entiendo perfectamente porque hay personas que parecen no enterarse de nada de lo que sucede a su alrededor y que simplemente viven sin pensar en exceso en un pequeño mundo creado a su medida, tomando cierta distancia del dolor. Creo que un poco o un mucho de esto es necesario porque siendo demasiado consciente de todo, sin edulcorante alguno, apaga y vámonos, se haría todo cuesta arriba y esto sería una auténtica pesadilla estilo Melancolía.
Tendré que meditar a ver si vuelvo a ver algo de este director porque me deja muy tocada un par de días por lo menos, aunque por otra parte hay muchísima belleza en cantidad de escenas, sobre todo al principio y al final. Me ha recordado bastante a la película El árbol de la vida de Terrence Malick, aunque esta última se centra en la luz y no en la oscuridad del ser humano, con lo cual es bastante más gratificante su visionado al desprender mucho amor, sobre todo en su escena final tan llena de esperanza. Pero claro es que Lars Von Trier no recurre a la espiritualidad; como sí lo hace Malick, sino a la realidad en su estado más trágico y sólo nos obsequia hacia el final con un poquito de fantasía por parte del personaje de Justine; muy de agradecer aunque dure poco, que fue lo que más me gustó del film.
Yo no hubiese titulado esta peli Melancolía sino Depresión o El árbol de la muerte y no recomiendo a nadie muy bajo de ánimo ir a verla.

martes, 10 de enero de 2012

Regateando sin fin



Luis: Me fastidia muchísimo el tema de las compañías de móviles, hay que estar regateando como en un mercadillo para conseguir una buena oferta y eso no me gusta nada de nada.
Pascual: Yo antes me daba mal como tú, pero ahora lo tengo bien claro “no me caso con nadie”. Me quedo con el que más me da y cuando otro le supera me borro del primero y adiós muy buenas.
Luis: Pero es que esa no es mi forma de ser, no me gusta hacer así las cosas, soy fiel por naturaleza.
Pascual: ¿Y crees que a mí sí? Eso sí, yo ahora soy super infiel porque no me dejan ser de otra forma. Mi primer desengaño fue con Moviline, llevaba 15 años con ellos y mientras a los usuarios nuevos les hacían unas ofertas increíbles conmigo fueron muy duros; cuando les llamé para pedir que me igualasen con los recién llegados me negaron hasta bajarme la cuota un mísero euro…Aquello fue el “no va más”, me cabreé y les mandé a hacer puñetas y desde entonces he descubierto que cuanto más exiges, más amenazas con que te cambias de compañía y más te ven en plan “este me monta el pollo", más regalitos obtengo.
Luis: Me parece muy fuerte, es que no consigo aceptarlo, debería haber una regulación sobre los derechos del cliente y que las compañías la cumpliesen.
Pascual: Pero eso es pura utopía, La política es el “vale todo”, pues lógicamente para nosotros los usuarios también todo vale.
Luis: A veces pienso que lo que antes era ser una persona normal, ahora equivale a ser tonto. Estoy bastante confundido porque no sé ser de otra forma.
Pascual: Pues vete espabilando chaval que aún te queda mucho por ver.
Luis: No me digas eso que me deprimo, me niego a formar parte de esto.
Pascual: Pero es la realidad, no puedes vivir fuera del mundo, es lo que hay.
Luis: Al menos que no me quiten la satisfacción de poner quejas, reclamaciones y escribir cartas a los periódicos. Yo creo que siempre existe el derecho al pataleo.
Pascual: Mientras tengas ganas, fuerzas y si aún tienes esperanza ¿por qué no? Yo es que ya paso de todo, luchar tanto en tantos ámbitos es muy cansado, me pliego y punto, no doy para más.
Luis: Te entiendo, te respeto.
Pascual: Y yo te admiro porque pese a todo lo que hay no tiras la toalla.

sábado, 7 de enero de 2012

The Artist: Miedo al fracaso


Me ha encantado The Artist, he salido enamorada de la música, de la fotografía, del guión, del protagonista…Transmite un montón de sensaciones siendo muda o precisamente al serlo. Me hizo reír, llorar, suspirar…
Ese gran Jean Dujardin haciendo de George Valentín y la expresiva Bérénice Bejo como Peppy Miller, hacen muy buen equipo y no olvidemos al perro que es también un personaje muy importante.
George Valentín está en lo más alto de su carrera en el cine mudo, es el número uno, todo el mundo lo adora y aclama. Pero la sociedad avanza y comienza el cine sonoro. Es curioso que George ni intenta hacer una prueba para adaptarse al futuro cinematográfico; que ya se está volviendo presente. Es muy comprensible ¿quién siendo el número uno y con toda la fama bien merecida, con un sitio en lo más alto, va a arriesgarse cuan novato a un posible fracaso? Lo que George quisiera es que el tiempo se detuviera y los artistas fuesen mudos para siempre.
Esto me recuerda lo difícil que llevan bastantes personas los cambios en la vida, no quieren avanzar pese a que todo lo de su alrededor lo hace, se quedan detenidos en su territorio conocido, lleno de seguridad, comodidad. Se desenvuelven en una vida con límites establecidos y que saben donde empieza y termina. Incluso quienes no es que tengan una vida maravillosa, pero al menos la controlan.
Otros son más atrevidos, se lanzan a piscinas que no saben ni siquiera si tienen agua, aunque suelen ser personas que no tienen nada que perder o bien muy seguras de sus posibilidades, optimistas por naturaleza, no se plantean que puedan irles mal las cosas.
El tema del orgullo está también muy bien tratado, los que no se dejan ayudar porque no soportan que los demás sientan compasión o lástima hacia ellos, porque se saben grandes y creen que pueden soportarlo todo aunque por dentro se estén muriendo de angustia, pero eso jamás lo expresarán porque incluso morir es preferible a demostrar la menor debilidad de carácter.
Me encantó el afecto y la empatía del mayordomo, de Peppy y del perro hacia George porque sin ellos el protagonista de esta película se hubiese hundido en la más honda miseria. El valor de la amistad, del cariño, las personas (y animales) fieles por naturaleza, que se olvidan de sí mismos por un buen rato y se dan cuenta que otro necesita un buen empujón para poder continuar adelante, que no se quedan en la frase sencilla y fácil de decir, sino en los hechos, que se “mojan”.
Lógicamente, cuan idealista incurable que soy, esto ha sido lo que más me ha gustado del film, ese “sin ti no es posible seguir, te espero”, el apoyo incondicional capaz de resucitar a un muerto. Cierro los ojos y recuerdo cosas importantes en mi vida y los gestos de amor incondicional son sin duda de lo que primero me viene a la memoria porque calaron hondo, dejándome un imborrable recuerdo.

lunes, 2 de enero de 2012

¿Por qué amar a los animales?

Y para compensar mis últimas entradas; un tanto críticas, porque hacen hincapié en la parte oscura del ser humano, os dejo este vídeo que es pura ternura y muy verdadero su mensaje. Me quedo con lo que transmite: Paz, amor sobre todo hacia los animales y pura inocencia ¡Lo que tenemos que aprender los seres humanos de ellos!

Acerca de la falsedad


Lola: El mundo está lleno de gente falsa.
Manuela: ¿Por quién lo dices?
Lola:Lo digo por tantos que no acabaría…Me revientan muchísimo las personas que están con el “qué pena me da que te pase esto”, que pudiendo hacer algo y habiéndolas hecho tú encima un montón de favores, muestran una cara de lástima que para qué, pero se quedan tan panchas.
Manuela: Ja, ja. Eso se llama “hacer el paripé”. De esos conozco a varios, sobre todo en mi curro, pero entonces saco mi lado escorpión y les meto un aguijonazo del estilo “a mí también me dará mucha pena el día que te pase a ti”. Y a partir de entonces ni un favor ni medio les hago.
Lola: Eres la leche ¿Por qué no pasas simplemente? Eso es buscarse problemas.
Manuela: ¿Y que se crean que soy idiota? A veces soltando frases del estilo es cuando reaccionan y se vuelven super amables, por lo que les pueda pasar…
Lola: O bien un enemigo más a añadir a tu lista.
Manuela: No lo creas, no lo creas, hay muchas personas que sólo entienden del "látigo", penosamente, sino no te respetan.
Lola: Mi técnica es la de tratar como me tratan. Que alguien es más falso que para qué, pues yo ídem y sonreiré, pero luego haré lo que me dé la gana. Eso sí, siempre con estilo, el glamour es lo último que se pierde.
Manuela: ¿Y no te cabreas y te sale alguna mala respuesta?
Lola: Cuento hasta diez y luego respondo, porque como dice Gustave Le Bon “No nos quejemos demasiado de ver a la hipocresía gobernar a los hombres. El mundo sería un infierno si no existiera la hipocresía”.
Manuela: Pues qué pena si eso es así, mal me lo pones, pero...No sé qué decirte.