miércoles, 8 de septiembre de 2010

La cultura de los chorizos



No me gusta creer que todo vale, porque no, todo no vale. Uno de los grandes defectos de los que adolece la sociedad actual es su falta de conciencia.
Pongo un ejemplo, entre los muchos que podría poner, el boom inmobiliario de hace unos pocos años, donde una vivienda que se había comprado por unos 12 millones de las antiguas pesetas de golpe y porrazo se vendía incluso por 50 millones y quizás me quede corta. Aquí casi todo el mundo a sacar tajada y sólo una inmensa minoría pensaba que aquello estaba mal y lo decía.
¿Pero cómo va a estar bien especular con un bien de primera necesidad? ¿Pero por qué no hubo más gente que se negase a formar parte de semejante atropello? Porque p.ej sube el precio del tren AVE Madrid-Barcelona para los fines de semana y en unas horas se recogieron un montón de firmas para intentar pararlo. Pero con la vivienda debía haber demasiadas personas beneficiadas porque sino no entiendo tanto silencio.
Llegaban incluso algunos; que obtuvieron su vivienda de protección oficial a precios módicos, a venderla cobrando en negro una buena suma y aquí bancos, inmobiliarias, compradores, etc…Todos mirando para otro lado y no pasaba nada porque como desde arriba no se controlaba, pues esto era como una familia en que los padres pasan de todo y si los hijos son unos chorizos pues estupendo y de paso si robas a ver si me das una pequeña parte del botín y nos forramos todos.
De pronto estalla la crisis y muchos de los que se dedicaban al ladrillazo, en todas sus variantes, se quejan ahora. La verdad que hay que tener o muy poca conciencia o mucha cara para quejarse de algo en lo que has participado directa o indirectamente. Y luego se lo cobran a funcionarios y pensionistas, precisamente a todos aquellos que tienen un sueldo que está constantemente vigilado por Hacienda, en vez de ir a localizar ese dinero negro que aún sigue pululando por ahí que ni paga IVA, ni IRPF ni nada de nada…Y según leo es aproximadamente un 20% de la economía española.
Lo que hace falta es aumentar el nivel de conciencia social para que se hagan bien las cosas sin exigirlo y mientras tanto a ver si a base de multazos, única forma en que muchos reaccionan, se puede sensibilizar un poco la peña con este tema y se acaba la cultura de los chorizos, porque tanto chorizo, frito nos tiene.

4 comentarios:

Sr Zell. dijo...

En lo que –bien- cuentas, no estás más que subrayando nuestra naturaleza española o latina o mediterránea o lo que quiera o tercie, entre otras cosas tan poco altruista y solidaria y pelín choriza. Pero eso somos, si sometes a todo el mundo a un férreo control, por ejemplo de la renta obtenida vía mayor vigilancia y más eficaz régimen sancionador de la Agencia Tributaria (seguro que se llegaría a su privatización inmediata con el fin de maximizar el número y cobro de sanciones –negocio comisionado, no lo dudes-), todo se descafeinaría, y seríamos si a caso más felices al estilo “mundo perfecto” de Albert Huxley.

Poco a poco vamos avanzando a nuestro ritmo hacia algo, se supone que mejor. Es más, funcionarios y pensionistas –como vd. señala-, también hacen de las suyas para vengarse del férreo control administrativo al que están sometidos, al más puro estilo latino, mediterráneo o español, como el chorizo de la foto, que buena pinta tiene y que seguro nuestro protector Ministerio de Sanidad nos irá prohibiendo poco a poco…

Interruptor dijo...

De tú, siempre háblame de tú, Sr. Zell, bueno Zell a secas para predicar con el ejemplo.
No estoy de acuerdo con que un severo control fiscal haría el mundo descafeinado, porque nadie somos perfectos, yo la primera y lo mismo la gente se cafeinaba más en otras cosas más divertidas. A mí ahora me parece el mundo muy descafeinado porque se incumple con demasiado disimulo y me aburro.
Que chorizos tan buenos los de la foto, sí señor.

Yo, otra vez. dijo...

Primero: Gracias por tan fantástico libro de recetas. Creo me animaré a crear algo comestible.

Te apoyo en tu desobediencia civil, te animo a que sigas tu guerra contra el Estado como un Leviatán mediante el incumplimiento de tus obligaciones “ya sin disimulo” como contribuyente, pero no entiendo que esta postura tan ácrata te aburra, aunque estoy contigo de que el Estado más que comportarse como un Leviatán, se asemeja a un Gargantúa ansioso (Hobbies queda muy lejos).

No procures descafeinarnos. Los iberos somos así, insolidarios hasta la médula inclusive con nosotros mismos, pero a la vez, por ejemplo, damos cabida a una sanidad que atiende con los brazos abiertos y agujeros en los bolsillos, tanto a ricachones europeos, como todos aquellos emigrantes carentes de recursos que vienen a ser asistidos a cargo de nuestra sanidad, eso sí que es solidaridad plena. Tratamos por igual a la que viene a ponerse un corazón reluciente, como al que hay que salvar de un hipotermia derivada de la fuga de terceros mundos. Permitimos una sanidad tal que el Estado alardea y presume de la misma, cuando en realidad, se trata de un ministerio cada vez menos dotado presupuestariamente (igual que infancia, educación, mayores…), que sale para adelante gracias al sacrificio del que son capaces los profesionales médicos, funcionarios que no sólo hacen su trabajo sino que a su vez permite al Estado enorgullecerse de la calidad de los servicios sanitarios capaces de prestar a sus ciudadanos en particular y al ser humano en general…

Por último, el español trabajador, ha aceptado –va aceptando, todo a su ritmo natural- que es necesario contribuir a sostener las cargas públicas, incluso lo que es más – y de ahí nuestra idiosincrasia y nivel de cafeína- a contribuir y a su vez cargar con los abusos y corrupciones de las clases políticas.

Yo te robo, que tú me robas, y tú haces que no me ves y yo que no me miras. Luego quedamos y nos zampamos la cazuela de chorizo al vino del Pepekitchen, al menso estas pequeñas cosas nos tienden a unir.

Interruptor dijo...

Sr. Zell creo que no me has entendido bien, yo siempre cumplo con mis obligaciones fiscales, por lo menos hasta el momento, por eso digo que no entiendo que un control fiscal haría el mundo descafeinado y por eso digo que sé que nadie es perfecto (por los que no cumplen) y por no echarme un pegote digo que yo tampoco (aunque en esto lo soy bastante je, je, pero en subir vídeos al youtube que no eran míos o cosas por el estilo ,que tuve que quitar, pues es ahí donde radica parte de mi imperfección).
Lo de la sanidad está estupendo, no lo dudo.
Esos chorizos tan buenos, esos chorizos...Unen sin duda.