domingo, 12 de diciembre de 2010

El Camino

Hay personas que tienen la suerte de ir en autobús por la vida (entiéndase el transporte como metáfora de la familia, amistad, compañía...), en la que uno se siente integrado y formando parte de algo.
Pero ocurre en ocasiones que el autobús se para y bajan seres queridos, o bien somos nosotros mismos los que lo abandonamos por los motivos que sean. Desde ese momento tenemos que ir solos a las siguientes paradas, esperando encontrar un nuevo sitio para poder desplazarnos con más amabilidad por las carreteras.
Hay quien muy acertadamente aprende a conducir, pues no hay mejor coche que el que dirige uno mismo ya que se sabe hacia donde va a llevarnos. Incluso es muy grata la vida de quien elige voluntariamente su propia compañía.
Pero he aquí los eternos caminantes, a quienes muchos llaman perdedores, con sus cuerpos cansados intentando no perder el paso, porque luego retomarlo es más difícil. Las cosas les cuestan el doble de tiempo y de esfuerzo, pero siguen avanzando a pesar de todo, porque ya no saben hacer otra cosa, porque el camino se ha convertido en el sentido de sus vidas.

4 comentarios:

liliana torres dijo...

te escribo te escribo por que en el autobus de mi vida se han bajado seresqueridos muy queridos y me he tenido que bajar yo alguna vez y otra vez para poder seguir empezar de nuevo con mas esfuerzo.

Interruptor dijo...

Te doy ánimos compañera de viaje y gracias por compartir un momento tu equipaje.
Un abrazo

Semankak dijo...

Sigular reflexion, nunca lo habria visto de esa manera, quizas porque soy de esas personas, que por fortuna o por desgracia siempre he ido con el autobus lleno, y a todas partes. Alguna vez he hecho algun camino solo, y me ha resultado fascinante, pero sí, reconozco que con el autobus lleno, es mas facil pedir ayuda, aunque tambien desses en muchos momentos poder estar solo.

Interruptor dijo...

Gracias Semankak por escribirme tus reflexiones, que valoro muchísimo. A ver qué tal el experimento esta vez. Bueno, ya hablamos.