Madrid está lleno de jóvenes y no tan jóvenes venidos de todas partes del mundo a ver al Papa y supongo que también a pasar una semana o dos de vacaciones.
Ciento veinte curas del foro de Madrid; precisamente los que trabajan en los barrios más marginales, han censurado la visita y su coste.
¿Cómo se puede permitir hablar al Papa en contra del matrimonio gay o del aborto si están regularizados por ley? ¿No sería más interesante hablar de lo mucho que podrían hacer las Empresas patrocinadoras del evento y los fieles para sacar a España de la crisis? ¿Por qué no se pasa por los poblados marginales y después se va a comer cada día a un comedor social distinto, sirviendo él mismo (y los sacerdotes acompañantes) la ración, dando ejemplo de las enseñanzas predicadas?
Me abstengo de seguir con interrogantes porque hay cientos (y algunos de lo más escabrosos) que podría plantearse hasta un niño de tres años de lo obvios que son. Sólo sé que una persona que tanto bien podría hacer con su ejemplo por el número de seguidores que tiene, se va a dedicar una semana a hacer el paripé y luego a casa y un montón de gente aplaudiendo sin cuestionarse nada.
Supongo que habrá quien se deje convencer por cantos de sirena, pero obras son amores y no buenas razones; fijémonos siempre en los actos que las palabras son demasiado fáciles de pronunciar, mas hay que ir más allá de la forma y aqui a poco que asomas la cabeza se ve un fondo fangoso y movedizo.
Y que conste que estoy a favor de algunas organizaciones como pueden ser Cáritas; gracias a las cuales están comiendo muchas personas en estos tiempos de crisis, que no tienen de momento otra opción, o del foro de Madrid; que al menos ha plantado cara, pero la visita de "Susan"...a mí que me esperen sentados.
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