sábado, 12 de junio de 2010

Mi nombre es Khan

"Mi nombre es Khan" y no soy un terrorista.
Me ha gustado esta película, sin duda. Que peca de ingenuidad, pues seguramente, pero el protagonista con
síndrome de Asperger es ingenuo en sí mismo y es el que nos está narrando la historia, esto lo explicaría.
Nos viene a contar que la maldad o bondad humana no es patrimonio de ninguna raza o religión, haciendo hincapié en el post 11-S en USA, donde ser musulman era practicamente lo mismo que ser un terrorista.
A la gente nos encanta clasificar y clasificarnos en grupos, quizás para simplificar las cosas, creo que es un defecto muy extendido que lleva a veces a nefastas conclusiones. Dios no está en ninguna religión e incluso me atrevería a decir que he conocido a grandes seres humanos que no creen en nada y fijo que en alguna que otra religión los harían santos basándose en sus logros...

Este mundo está lleno de contradicciones.
La Iglesia Católica, en sus Templos llenos de oro, predica la vida de un hombre que todo lo que tenía lo repartía. Pero no se puede olvidar la gran labor de pequeñas personitas que pertenecen a la Iglesia cuyas vidas son absolutamente ejemplares y que ayudan a muchos desamparados. Supongo que en todas partes están los listos de turno y los que realmente están ahí por vocación, pero lo curioso es que los listos, porque lo son, están en los mejores puestos y los buenazos de abajo haciéndoles caso y sin cuestionarse nada o si se lo cuestionan, aceptándolo como si tal cosa. Supongo que no les importará o pensarán que es imposible cambiar las cosas y a lo mejor tienen razón porque el mundo siempre seguirá siendo el mundo.

Aclaro que no soy musulmana, apenas conozco dicha religión. Si tuviera que elegir una creencia cogería un poco de unas cuantas y haría mi propia mezcla, o sea voy por libre. Lo que más creo es en la ética y en las personas que predican con el ejemplo, ante éstas me quito el sombrero y las oigo con los oidos bien abiertos porque adoro la coherencia.
Dos personas que me convencen bastante y a las que me encantaría les diesen el Nobel de la Paz son: Sri. Mata Amritanandamayi Devi (Amma), a quien ya han dado un montón de premios por su labor humanitaria y otro el recientemente fallecido Vicente Ferrer, eso sí que es predicar con el ejemplo. Para mí esto es religión en estado puro porque es puro Amor.

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