sábado, 2 de julio de 2011

No es un cuento chino



Recomiendo fervientemente la película “Un cuento chino” de Sebastián Borensztein y con las formidables actuaciones de sus protagonistas Ricardo Darín, Huang Hung-Sheng y de la secundaria Muriel Santa Ana.
Ricardo Darín interpreta al ferretero Roberto que es un cuarentón huraño y malhumorado, cuya vida parece haberse quedado detenida por una casualidad de esas que parecen imposibles pero que le cambió la existencia por completo. El caso es que la historia de Jun -Huang Hung-Sheng- es aún más increíble que la primera (y al parecer la película está basada en hechos reales) y más reciente.
El azar los une y sin saberlo se van a sanar mutuamente.
En un corto periodo de tiempo Roberto va a hacer por sus emociones más que en veinte años y todo gracias a que un chino que le saca de quicio le enfrenta a esos fantasmas que están ocultos como la basura que se mete debajo de la alfombra, con los que ¿vivía?, no…Más bien sobrevivía en su día a día.
Me encanta la moraleja de este film: Si uno se siente culpable de su pasado nada puede hacer más que vivir y seguir adelante, nunca es tarde para empezar de nuevo porque pensémoslo bien, si algo hemos hecho mal pues pidamos perdón si podemos o rectifiquemos lo que haga falta en el futuro para no repetirlo, pero ¿enterrarse en vida? Jamás y tristemente demasiadas personas lo hacen.
Conozco quien perdió algún ser querido o a quien tuvo un gran amor, o perdió grandes amigos y nunca volvió a ser el mismo, muchas veces no porque no quisiera sino porque se quedó sin motivación alguna creyendo que su vida carecía ya de sentido (tan centrado estaba en el otro), viven como personas que les falta un miembro de su cuerpo (el corazón), que prefirieron mutilar antes que volver a sufrir de esas maneras con una pérdida.

Aprovecho para recordar que centrarte en la vida de otros exclusivamente es pésimo, hay que mirar siempre por uno mismo también porque así jamás te podrá pasar algo de este tipo o si te pasa las consecuencias serán mucho más livianas.
Si tu naturaleza es de un sentimental para aburrir, no debes cerrarte en el pasado, idealizar es fácil, lo que tienes que practicar es el sentimiento de desapego, saber que todo pasa y quedarte con lo bueno y agradecer de veras las cosas que la vida te trajo, pero seguir caminando, siempre hacia delante, que tus pies esperan las huellas irrepetibles de tus pies descalzos.
Piénsalo bien: Quien bien te quiere se alegrará de que sigas feliz por la vida (y uno mismo es el que más debería quererse) y quien te desprecia le importa tres pepinos si te va bien o mal. Entonces ¿No crees que es una tontería permanecer muerto en vida?
Así que despierta y vive que son cuatro días. Disfruta del momento, del presente y abre bien los ojos que seguro que tienes a tu alrededor personas que de verdad te valoran y tú mismo, el primero.
¡Adelante!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias.